Acabamos de aterrizar de cuatro días de encuentro con compañeros en las II Jornadas MTB Kingdoms en Ayerbe (Huesca), aunque anteriormente ya acudimos a otras que organizaba nuestro compañero y amigo Javi García de Insólito Proyectos.
Siempre hemos vuelto con buen sabor de boca de estos encuentros, compartir, debatir, contrastar con gente que vive vidas paralelas a la tuya te da perspectiva y te enriquece, si ha eso se le añade que se hace con humildad por todas partes, la sensación es de una gran satisfacción.
Pero esta vez ha sido aún más especial si cabe, el cambio de formato nos ha permitido disponer de más tiempo para compartir experiencias, y además, hemos podido ver mucho más claramente cual va a ser el futuro del MTB en nuestro país, no tenemos una bola de cristal, pero viendo lo que se está haciendo en otros países y lo que ya se está cociendo en el nuestro, el menú se servirá en breve.
La evolución de los deportes es imparable, cambios de tecnología, cambios de demanda, de oferta, influencias desde otros países o continentes, el mundo no para de evolucionar, y si las bicicletas lo están haciendo, los senderos también lo harán.
Durante estos días hemos asistido a exposiciones de proyectos innovadores y de iniciativas que para gente que estamos acostumbrados a recuperar caminos, nos parecían lejanas o quizás imposibles, si conseguir presupuesto para mantener los senderos recuperados de nuestros destinos es toda una aventura, plantearnos construir senderos desde 0 en el monte podría parecer una misión imposible.
Lo estamos viendo desde hace muchos años sobre todo en otros países tanto de nuestro entorno como del otro lado del charco, bike parks, flow trails, en nuestro país hemos visto casos con éxito y otros que han resultado un fiasco, pero lo más común son destinos con senderos recuperados, actualmente tenemos grandes profesionales construyendo, aprendiendo, y evolucionando en el arte de mover tierra para crear paraísos por donde fluir con nuestras monturas, la demanda aumenta exponencialmente, algunos gobiernos autonómicos han visto el filón y también algunas iniciativas privadas, y aunque hay opiniones divididas, la proliferación de destinos de MTB de senderos construidos es una realidad, aunque todo el monte no es orégano, la especialización y el aumento de aficionados a este tipo de senderos en los que la gente acude a vivir una experiencia distinta y como en todo, sólo sobrevivirán los que consigan un buen producto y financiación para su mantenimiento.
Pero ¿podemos integrar este tipo de senderos en un destino tradicional de senderos recuperados?, pues en nuestra humilde opinión es que eso solo es una cuestión de tiempo, aunque en algunos ya se están implantando, ahora mismo la mayor densidad de este tipo de senderos se concentra en los bike parks, donde para circular por ellos hay que pagar, y ahí, hay un punto interesante y condicionante, ¿se pueden tener senderos que requieren de un mantenimiento más frecuente de forma gratuita?, quizás si detrás de la organización que los gestione hay un buen presupuesto, si, la otra opción que también se aplica en otros países, es que haya un sólido grupo de voluntarios que se encargue de esos trabajos, pero actualmente no es el caso en nuestras tierras.
Así que de momento podríamos “dividir” nuestras infraestructuras para circular en bici en: destinos de senderos recuperados, bike parks, pumptracks, senderos de flow, y los primeros con algún sendero de flow.
La demanda por parte de nuevos usuarios que buscan más la diversión que un entorno natural o patrimonial existe, gente a la que le gusta más el deporte que las montañas o el mundo rural, que busca adrenalina o que no quiere encontrar senderistas en los senderos, los tiempos cambian y hay que adaptarse.
Nosotros de momento seguiremos con lo nuestro, sabemos que hay público para todo, y también sabemos que no sabemos nada de construir caminos desde la nada, así que dejaremos que sean los profesionales de esta especialidad los que se encarguen de dar servicio a esta demanda, y con el tiempo si el dinero y medio ambiente lo permite, igual probamos a hacer uno, por supuesto construido por profesionales cualificados.
En la escalada tradicional cuando aparecieron los rocódromos nos parecían algo incomparable con la roca natural, a día de hoy hay gente que acude a rocódromos asiduamente y jamás ha ido ni irá a escalar a la montaña, ¿evolución, disociación, reclasificación?
Aplicadlo al MTB y lo hablamos en unos años.
Lo que si que tenemos muy claro es que los senderos mantenidos de forma continua ayudan y mucho al desarrollo económico de las zonas rurales, crean empleo, fijan población, facilitan el acceso al bosque en caso de conato de incendio y para acceder al patrimonio allí abandonado, y aumentan exponencialmente la facturación anual de los establecimientos turísticos.